En mayo de 2024, cuatro grupos de peregrinos partirán del Norte, Sur, Este y Oeste de los Estados Unidos. Acompañados por otros miles de personas, se acercarán al corazón de Estados Unidos y procesionarán con Nuestro Señor en la Santísima Eucaristía a través de valles, montañas, pueblos y ciudades en la primera Peregrinación Eucarística Nacional de la historia.
Se dirigirán a Indianápolis, donde miles de católicos se reunirán para celebrar el primer Congreso Eucarístico Nacional desde la Segunda Guerra Mundial. Este encuentro masivo será un hito dentro del Avivamiento Eucarístico Nacional-un movimiento muy necesario tanto en la Iglesia como en nuestra nación.
No podemos pensar en pequeño. Al unirse a la Sociedad de Donantes del Congreso Eucarístico Nacional en uno de los cuatro niveles, usted dará poder a la Iglesia para responder de todo corazón a esta llamada al avivamiento, encendiendo un fuego, no un programa. Sus donativos tendrán un impacto misionero en los años venideros.
Póngase en contacto con nuestro equipo para hablar de cómo su colaboración puede tener el mayor impacto.
Querido amigo,
Tenemos una crisis de fe. Gran parte de nuestra nación, al abandonar a Dios, está cayendo en la oscuridad. Muy pocos estadounidenses saben dónde buscar esperanza y misericordia auténticas, y a menudo la Iglesia parece incapaz de responder a estos desafíos. En este momento precario, tenemos que fortalecer a la Iglesia reavivando su amor por nuestro mayor don, la Eucaristía, que es la fuente y la cumbre de nuestra fe.
Hoy, os invito a uniros a la Sociedad de Donantes del Congreso Eucarístico Nacional. Como miembro, nos ayudarás a cubrir los importantes costes del Congreso Eucarístico Nacional , la Peregrinación y el Avivamiento, que van más allá de los ingresos por entradas y nos permiten reavivar la tradición del Congreso Eucarístico Nacional. Ustedes nos permitirán traer momentos intencionales de unidad aquí en la Iglesia Católica de los Estados Unidos para que sacerdotes, diáconos, religiosos y laicos se reúnan en torno a la Eucaristía en las calles de nuestro país, llenen nuestras iglesias para la celebración de los sacramentos, acojan charlas educativas y evangelizadoras y, en última instancia, ¡traigan a decenas de miles de peregrinos a un Congreso Eucarístico Nacional en Indianápolis, Indiana!
Creo que Dios está por un avivamiento en nuestro país, como siempre lo está cuando más lo necesitamos. Tenerlo a usted como miembro de la Sociedad de Donantes del Congreso Eucarístico Nacional -acualquier nivel que usted discierna en oración- sería una tremenda bendición. Le agradezco su consideración.